jueves, 19 de abril de 2007

Tu y Yo

POCOS DÍAS, POCAS NOCHES, POCOS SUEÑOS,
PEQUEÑO SE ME HACE EL MUNDO, Y POCO SE
ME HACE EL TIEMPO, CUANDO ESTAMOS JUNTOS,
PORQUE QUIERO QUE SEA ETERNO, SE NOS ESCAPAN
LOS DÍAS, COMO LAS ARENAS DEL RELOJ, QUE SE
DISUELVEN ENTRE NUESTROS DEDOS, COMO LOS
LATIDOS DEL CORAZÓN, QUE SE SALEN DE SU RITMO
COMO GOLPES DE UN TAMBOR, QUE NOS OBLIGAN
A MOVERNOS, LOCOS SIN CONTROL...
PEQUEÑO SE ME HACE EL MUNDO: PORQUE ESTAMOS TU Y YO
POCO SE ME HACE EL TIEMPO: POR LO INFINITO DE NUESTRO AMOR
POCAS SE ME HACEN LAS NOCHES: PORQUE LAS QUIERO PASAR CON VOZ
POCOS SE ME HACEN LOS SUEÑOS: PORQUE MUCHOS QUE NO CREÍA...
....LOS HEMOS CUMPLIDO TU Y YO.

La Noche

Noche, lúgubre manto,
que cegándonos tanto,
nos cubre en un espectáculo
de caricias con doble intención,
Noche, oscura y fría,
acogedora y tibia,
donde descansan las almas de los solitarios,
que en una paradójica contradicción
se acompañan con sus propios lamentos,
lamentos que se ven reflejados
en la tenue luz de la luna…
Ese reflejo llamado eco,
no es acaso la esencia de la verdadera voz,
porque cesa la euforia y llega la calma,
y esta es la verdadera causa del sufrimiento,
el oír su propio llanto, en ese solitario manto,
convirtiéndose en incesante canto,
porque susurrar es hablar alto,
pero solo para el alma
que se da cuenta que con solo la calma…
Es la forma de morir despacio
y en una estrella dejar testigo
en el negro espacio.

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